Il Settimanale 2023 3 – En la entrada de un Iper la Spesa, conocida cadena de supermercados de la ciudad, una joven de 30 años llamada Ludovica carga cajas de alimentos y anima a la gente a donar. El supermercado se ha unido a Caritas en una iniciativa de lo más solidaria: proporcionar a aquellos que más lo necesitan alimentos básicos de primera necesidad. También los vecinos participan pues, o bien pueden traer bolsas de alimentos desde sus propias casas, o bien hacer donaciones en el mismo supermercado, donde las voluntarias, en este caso Bianca y Ludovica, los empaquetan para que lleguen a su destino sin mayor dificultad.
– ¿Son muchas las personas que sufren las consecuencias de la crisis económica y necesitan vuestra ayuda?
Ludovica: Sí, muchas más de lo que la gente se imaginaría, e incluso pueden ser personas que hasta hace muy poco no necesitaban ayuda. Nosotras empezamos a empaquetar a las 8 de la mañana y no terminamos hasta bien entrada la tarde.
– ¿Crees que todos los supermercados deberían de ofrecer este tipo de iniciativas?
L: Efectivamente, es más, nosotros también luchamos por frenar las toneladas de comida que se desperdician. ¡Sólo con la comida que se tira en Europa se podría alimentar a todo el mundo!
Iniciativas de este tipo se suceden por toda la ciudad, pues el número de personas en estado de necesidad sigue creciendo, y no solo en Roma. La guerra de Ucrania, las sanciones a Rusia y la crisis de materias primas siguen haciendo mella en la mayoría de las economías europeas y, por lo tanto, también en el bolsillo de sus ciudadanos. Además, a todo esto se añaden los efectos adversos de la postpandemia, pues la reanudación repentina de la producción, unida a todos los factores anteriores, han llevado el índice de precios al consumidor hasta niveles récord: se sitúa, nada más y nada menos, que en un 11,9%.
El impacto del encarecimiento de los precios es especialmente grave para las familias más vulnerables que, de acuerdo con el estudio realizado por la Fundación Welfare Italy, destinan casi el 80% de sus ingresos a gastos esenciales como la alimentación, por lo que no es necesario hacer grandes cálculos mentales para averiguar cómo sobreviven.
Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (ISTAT), 23.420 residentes se encuentran hoy sin hogar en la ciudad metropolitana de Roma, entre ellos más de siete mil mujeres. Además, se estima que en torno a un tercio de estos residentes sin hogar (alrededor de ocho mil) duermen en la calle cada noche.
Son muchas las acciones que se están tomando en la ciudad para luchar contra esta guerra interminable: organizaciones como Caritas, Italia Non Profit o la Asociación de voluntariado y solidaridad de Roma son un fuerte apoyo en estos momentos donde el viento se lleva todo por delante.
– ¿Crees que el sector alimentario es el ámbito donde más se ha notado la inflación?
L: ¡Sin lugar a dudas! Antes una docena de huevos podía variar entre 1,40 y 1,70 euros, ahora oscila los 3 euros. Lo mismo sucede con el pan, la leche y todos los productos de primera necesidad. Es muy injusto. Ayudamos a las familias que tienen muchas bocas que alimentar y sabemos que no es realista con estos precios.
La Stampa, Lucia Domingo Lopez, Yasmin Fadhel, Adrian Sanchez